El juego popular tradicional ofrece grandes posibilidades a nivel educcativo para desarrollar los contenidos propios del curriculo de Educación Primaria. Está especialmente indicada su aplicación en el area de Educación Física, debido a las caracteristicas propias de la misma
Entre sus multiples ventajas se podrian destacar la transmisión de cultura, valores, la interacción generacional propicia, el contacto con el medio natural, la construcción de materiales necesarios para la actividad, etc. Ademas se adapta perfectamente a la diversidad de individuos que comoponen la comunidad educativa. Desde el ambito de la enseñanza escolar, no debemos desaprovechar las multiples opciones que este tipo de juegos nos propicia







miércoles, 3 de noviembre de 2010

ARAGÓN

Canicas.

         Se dibuja en el suelo un triángulo equilátero de 50 cm. De lado. Se coloca una canica por participante en cada extremo del triángulo, (si son más de tres participantes, las canicas se colocan en cualquier punto del lado del triángulo). Posteriormente, los jugadores se sitúan a unos 10 metros del triángulo y tiran cada uno su canica, el que quede más cerca del triángulo empieza, el siguiente más cercano será el segundo... de esta forma se establece el orden de tirada en la partida.
Cada jugador tira una vez en cada turno, empezando en la línea marcada a 10 metros y continuando
en la posición en que quedó la canica, en el siguiente turno.
El objetivo es, una vez que se está cerca del triángulo, realizar un tiro de precisión (a “uñeta” ), para conseguir sacar una canica del triángulo. Si sacas la canica te la quedas y si la que lanzaste quedó fuera del triángulo, podrás volver a tirar en el siguiente turno pero si quedó dentro del triángulo no puedes seguir jugando la partida, otro jugador podrá sacarla con la suya y quedársela. El juego acaba cuando todos los jugadores han perdido, (debido a que su canica quedó dentro del triángulo), o cuando se acaban las canicas dentro del triángulo.
La primera tirada se realiza de pié y como se quiera, pero las siguientes deben realizarse a una altura máxima de un palmo del suelo y a “uñeta”, esta técnica de lanzado consiste en agarrar la canica con el dedo índice y empujarla  con el dedo pulgar.

 Variantes:
            Corco: la finalidad es meter la canica en un agujero pequeño hecho en el suelo. Las reglas son las mismas que en el triángulo, y el que consigue meter la canica en el agujero gana y se queda las canicas del resto de jugadores. Puede haber más de un ganador, si en un mismo turno meten varias canicas en el agujero, en ese caso las canicas del resto de jugadores se reparten entre los ganadores.

Peonza.

            Se dibuja en el suelo un círculo de 50 cm. de radio. El primer jugador lanza la peonza dentro del círculo y el resto va lanzando la suya consecutivamente para conseguir sacar del círculo alguna de las peonzas que se encuentran girando. Gana el jugador que más peonzas saque del círculo. 
            Es un juego de habilidad que presenta múltiples variantes. Una consistiría en ver quien hace girar durante más tiempo la peonza. Otra es la de intentar coger con la mano la peonza, mientras está girando y ver como gira en la palma de la mano.

Gallinita ciega.

            Un jugador se venda los ojos y los demás lo giran sobre sí mismo para que pierda las referencias espaciales y del resto de jugadores. Mientras el “ciego” tantea en busca de algún jugador, el resto se dedica a bailar alrededor de él y tocarle, intentando que no les agarre. Cuando el “ciego” consigue atrapar a algún jugador, debe identificarle mediante el tacto. Si acierta intercambia el rol con el jugador pillado.

El caño.

            Se colocan los jugadores en la boca del caño con un hueso de albaricoque. Lo arrojan con fuerza en el interior del caño, cuando vuelve el hueso debe quedarse en un círculo, ( de unos 15 cm de radio), que se ha dibujado previamente en el suelo a 30 cm de la boca del caño. Se tira una vez por turno, y gana el jugador que más veces haya colocado el hueso en el círculo en un número determinado de tiradas. El ganador se quedaba los huesos de los demás jugadores.

A la colica del abadejo.

            Se colocan todos los jugadores sentados en el suelo y formando un círculo, mirando hacia el interior de este. Se deben tapar los ojos con las manos y agachar la cabeza. Otro jugador se mueve, cantando, por el exterior del círculo, lleva en la mano un pañuelo y lo deja detrás del compañero que quiera. Cuando acaba de cantar todos los jugadores se vuelven y observan si tienen el pañuelo detrás. El que tenga el pañuelo debe atrapar al que lo dejó y este debe intentar sentarse en su sitio antes de ser pillado.

Chapas

            Los jugadores dibujan en el suelo un circuito de 20 cm. de ancho y todo lo largo que quieran, con curvas y obstáculos. Coloca cada jugador su chapa en la línea de salida. Deben recorrer todo el circuito sin salirse de él, si se salen vuelven a empezar. Pueden sacar fuera del circuito una chapa golpeándola con la suya y si lo consiguen (sin que la suya salga fuera del circuito) esa chapa deberá empezar de nuevo en el siguiente turno. Se tira una vez por turno, para ello empujamos la chapa (que está siempre en el suelo) con el dedo índice, cuanto más fuerte le demos más avanzará, ¡pero cuidado con salirse!. Gana el primero que atraviese la línea de meta. El ganador se queda con las chapas del resto de jugadores.

Churro va.

            Se forman dos equipos y se decide que equipo salta primero. El equipo que no salta se coloca de la siguiente manera: La “madre” se apoya con la espalda en la pared, el primer jugador abre las piernas y gira 90 grados el tronco, colocando la cabeza en el estómago de la “madre”, el segundo jugador coloca la cabeza entre las piernas del primero y deja las piernas abiertas para que coloque la cabeza el tercer jugador y así hasta que se colocan todos. El equipo que salta se organiza para determinar el orden de salto. Salta el primero intentando llegar lo más cerca posible de la madre, y el resto salta consecutivamente. Antes de saltar se grita ¡churro va! o ¡burro va!. cuando está todo el equipo saltador encima del otro se dice: churro, media manga, manga entera, que corresponde a  la muñeca, el codo y el hombro respectivamente. Se coloca la mano en una de las posiciones y el otro equipo lo debe de adivinar. Si lo adivinan se intercambian los roles. La “madre” cumple una doble función, la de aguantar el empujón del grupo y la de evitar trampas por parte del equipo contrario. 

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